La educación en México esfuerzos aislados faltos de comunicación

el conocimiento como nueva fuente de generación de riqueza

En nuestro país existen más de 150 organizaciones no educativas con enfoque hacia la educación de la persona, realizan grandes esfuerzos para rescatar la dignidad humana en una sociedad que parece haber perdido su capacidad de asombro, sin embargo, su difusión es local y pareciese que no existe comunicación entre ellas por que algunas ni siquiera saben que existen incluso en la misma ciudad y estado.

En una era donde el conocimiento es la nueva fuente de generación de riqueza, donde la tecnología de la información juega un papel primordial en la transmisión del conocimiento de boca en boca, con gran tradición y trascendencia formativa.

Y no hablemos del enfoque de la educación por que en algunos casos se prepara a la persona para un mundo que ya no existe, se plantean soluciones obsoletas a problemas nuevos.

En el estado de Yucatán en la cuestión educativa hay oportunidades para todos, las instituciones coinciden que debemos ser promotores del cambio en la sociedad, debemos preparar a la persona para la vida y para el trabajo, no es suficiente tener “un buen saber”, si no se fortalece “el buen ser”. Debemos aprovechar la tecnología para crear los canales de vinculación entre la sociedad, el sector productivo y las instituciones educativas, somos la generación puente que nos tocó diseñar las estructuras de desarrollo y formación humana en búsqueda de la dignificación de la persona en el trabajo, fomentar el sentido de pertenencia y el orgullo por el trabajo, en un marco de respeto que fortalezca el dialogo constructivista y propositivo.

El desarrollo de habilidades sociales es parte fundamental en las acciones y compromisos que podamos plantear, es importante para nuestro País contar con hombres y mujeres con responsabilidad social, comprometidos con la educación y mas importante con el pedacito de México que nos tocó desarrollar y hacer crecer, en el México de carne y hueso con hambre y sed de justicia social. “no tengáis miedo” Juan Pablo II