procesos completos
El mundo demanda nuevas competencias directivas y en México seguimos enseñando las viejas prácticas que van de salida.
Tuve la oportunidad de asistir a un evento de gran relevancia para una de las empresas mas grande de México y conforme escuchaba las ponencias me convencía de la gran necesidad que tenemos de desarrollar una cultura empresarial, de manera sistemática conforme exponían los trabajos la ausencia del proceso se manifestaba en cada uno de los participantes y el tema central se sustentaba en una administración basada en las funciones y el cumplimiento de una normatividad que lejos de servir a los procesos, daba la impresión de demora y trabas en la operación, donde el gran ausente era el cliente.
¿Puede un ingeniero ser un buen administrador? o ¿puede un administrador ser un buen ingeniero?
Ambas posiciones de apoyo son muy diferentes, su propia naturaleza marcan la diferencia, mientras una de ellas es de soporte, la otra encuentra su razón de ser en la operación.
Es muy temerario pretender cambiar esa esencia, sin embargo, es un acierto cambiar su enfoque, México necesita técnicos y directivos con una formación más holística basada en la gestión de negocios y formación empresarial, con pensamiento trascendental y una fuerte orientación hacia el cliente, desde el punto de vista estratégico, así mismo, es necesario orientar los esfuerzos a fortalecer el desarrollo de la gente. El trabajo en equipo, dirigir a las personas para trabajar en base a una misión, son habilidades que delegamos las áreas de recursos humanos, ignorando que es el mismo colaborador quien puede exponenciar sus talentos al logro de los resultados, solo necesita de una mano que guíe y aglutine los esfuerzos operativos en elementos tangibles que detonen la anhelada mejora continua de los procesos.
La ceguera de taller no permite a algunos dirigentes ver más allá de sus funciones y su perfil de puesto, éste efecto se reduce al cumplimiento de políticas mal entendidas donde se fiscaliza sin razón y de manera arbitraria en algunos casos y lejos de fomentar la creatividad y la innovación crean un ambiente ríspido que daña claramente el clima laboral.
Podemos resumir entonces que la gestión de negocios se convierte en una de las habilidades mas solicitadas por las empresas del nuevo milenio, dirigir por procesos enfocados al cliente con una fuerte dosis humanista y de compromiso con el cliente, el colaborador y el socio.
Celulas Empresariales 
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